Publicado el miércoles, 15 de noviembre de 2017 por Laura Marchesani
Cuando una mujer tiene un fuerte deseo de maternidad pero no consigue quedarse embarazada, la frustración que acompaña su día a día puede ser realmente difícil de sobrellevar. No es fácil entender del todo cuáles son los sentimientos que acompañan a quienes no pueden tener hijos, independientemente de las causas de la infertilidad.
Cuando una mujer intenta conseguir un embarazo sin éxito, debería acudir a un médico ginecólogo especializado en reproducción asistida en un plazo de tiempo relativamente breve en función de su edad. De hecho, no es lo mismo buscar un hijo con 30 años que con 40.
Ante todo, como se decía, hay que considerar el factor edad pues la reserva ovárica, es decir, la cantidad y la calidad de los óvulos de los que cada mujer dispone, tiene un límite. Por mucho que se usen complementos alimenticios o se busquen consejos de diferentes fuentes para quedarse embarazada, si la reserva ovárica no permite el embarazo existen pocas posibilidades de conseguirlo de modo natural. Es cierto que pueden existir casos sorprendentes, pero el factor tiempo tiene bastante relevancia. Cuando se busca un embarazo natural hay que considerar que según avanza el tiempo las posibilidades de conseguirlo se reducen, precisamente por los factores que se comentaban más arriba.
Cuando los análisis clínicos y el diagnóstico del ginecólogo especializado en reproducción asistida indican que la reserva ovárica ya no es óptima, probablemente sea el momento de valorar la posibilidad de buscar la ayuda de la ciencia para no perder la oportunidad de usar de manera eficaz esos recursos que están a punto de agotarse.
Internet propone sin duda fórmulas y productos que pueden ayudar la fertilidad; además se sabe que un estilo de vida sano puede ayudar a no empeorar la situación pero, por desgracia, existen casos en los que ningún suplemento alimenticio puede resolver determinadas circunstancias.
Según sean las causas que impidan el embarazo -a veces no detectables- las posibles soluciones pueden ser más o menos sencillas y, por supuesto, para no perder tiempo y energías siempre es mejor solicitar el consejo de un especialista.
Por muy buenas que sean las posibilidades de embarazo usando las técnicas más avanzadas de fecundación 'in vitro', para determinados casos no existen todavía métodos suficientemente probados que lo permitan. Si la mujer, por cualquier razón, no tiene útero o ha sufrido una histerectomía la única posibilidad de tener un hijo propio, a día de hoy, es mediante una gestación por sustitución.
No se trata de una alternativa sencilla ni de una solución inmediata y el camino para afrontarla es largo, por lo que antes de empezar es necesaria una reflexión profunda sobre muchos factores que forman parte de esta elección. Una vez realizado este ejercicio, si la futura mamá sin útero desea tener un hijo con sus propios óvulos, la gestación subrogada ofrece una gran oportunidad.
En los países en los que la maternidad subrogada es legal y se lleva a cabo dentro de un marco bien definido, es posible usar gametos, óvulos y semen de los futuros padres para crear embriones. Estos se pueden transferir luego al útero de la gestante, quien cuidará de ellos hasta el momento del nacimiento.
Recibir información de calidad sobre la gestación por sustitución ayuda a elegir conscientemente y permite que se haga realidad finalmente el deseo de tener un hijo.
