Publicado el martes, 16 de enero de 2018 por Laura Marchesani
Como ya hemos repetido en varias ocasiones, la información acerca de los tratamientos de reproducción asistida y, en especial, sobre la gestación por sustitución siempre es, por desgracia, insuficiente. Se trata de un asunto muy específico al que, normalmente, no se le presta demasiada atención salvo en el momento en el que nos toca de cerca o, incluso, en primera persona.
El tabú que existe alrededor de los tratamientos de fertilidad acompaña como un aura todo lo que tiene que ver con ellos, pero la poca información llega al extremo cuando se trata de una técnica de fecundación asistida alegal en el propio país de residencia. El hecho de tener que acudir al extranjero para llevarlo a cabo crea, obviamente, cierta dosis de ansiedad y temor en las personas que desean ser padres con seguridad y transparencia.
Precisamente debido a las pocas noticias fiables sobre el tema de la gestación subrogada, se crean cotilleos o rumores que casi siempre están poco cercanos a la realidad.
En Canadá se puede "alquilar un vientre" gratis. Esta frase consigue sumar dos conceptos completamente inexactos: en primer lugar, la maternidad subrogada no prevé ningún "alquiler", y la definición correcta del tratamiento de reproducción asistida es gestación por sustitución. En segundo lugar, es verdad que en Canadá no se admite el pago a la gestante (de hecho, en ese país se habla de gestación por sustitución altruista), pero también es cierto que el proceso en sí conlleva una serie de costes que han de asumir los padres intencionales.
Por este motivo, aunque la gestante perciba un reembolso de gastos y no una compensación económica por su inmensa ayuda a la nueva familia, el tratamiento de reproducción asistida, los actos legales, y todo aquello que esa generosa mujer necesite durante el camino, generan una serie de gastos. La suma de esos costes será pagada por los padres de intención.
Aunque existen destinos que prevén este tipo de servicio, en los países del primer mundo, como EE.UU. y Canadá, es muy difícil obtener un presupuesto preciso al cien por cien, y que no varíe, en un camino de gestación subrogada. Ello es también debido al hecho de que para conocer con exactitud qué gastos se generarán, se debería de saber con seguridad todo lo que acontecerá durante el embarazo. Puesto que cada gestante se encuentra en una situación diferente y vive el embarazo de forma única, es difícil saber con absoluta precisión a cuánto ascenderán los gastos en los que se incurrirá. Existen medias de gastos y estimaciones aproximadas, pero es importante saber que el factor humano implícito en toda gestación por sustitución determina parte de los costes.
No es así. Entre las generosas mujeres que se ofrecen para ayudar a otras familias a tener hijos hay tanto amas de casa como, por ejemplo, administrativas o enfermeras, así como otras figuras profesionales. No solo las mujeres que no tienen un sueldo y compromisos laborales fuera del hogar piensan en ser gestantes. La profesión que desarrollan las candidatas tiene poco que ver con su elección de ayudar a otras familias y el único rasgo que tienen en común es que todas son madres, que por ello saben qué significa la maternidad y que entienden el deseo de tener un hijo que, en estos casos, no podría hacerse realidad de otro modo.
La mejor manera de saber cómo funciona la gestación por sustitución es la de informarse de manera exhaustiva y confiar en profesionales de probada experiencia que estén en condiciones de ayudarnos.
