Publicado el lunes, 15 de julio de 2019 por Laura Marchesani
Muchos futuros padres y madres que empiezan el camino de la gestación por sustitución se sienten un poco solos cuando dan los primeros pasos y, por este motivo, buscan el apoyo y el cariño de otras familias que han seguido el mismo recorrido para tener hijos.
La gestación subrogada, que se debe llevar a cabo en el extranjero con la ayuda de profesionales que se encuentran en otro continente y de una gestante que al principio no se conoce, plantea inevitablemente dudas e incertidumbres tanto desde el punto de vista médico como del logístico, económico y legal.
Una cosa que todos los futuros padres por gestación subrogada deberían saber es que el camino no está exento de posibles dificultades e inconvenientes, pues se trata del proceso más complejo que se conoce para tener un hijo.
Cuando, gracias a amigos, a conocidos o a las redes sociales, se consigue entrar en contacto con otras familias nacidas y/o crecidas con la ayuda de una gestante, uno se siente un poco menos solo.
La función de estos grupos debería ser la de intercambiar información y, sobre todo, la de acompañar a quienes tienen por delante un trayecto tan largo o a los que están pasando por una etapa complicada en la que, por ejemplo, el tratamiento 'in vitro' no está dando los frutos deseados o la gestante ha decidido no seguir adelante con el ciclo.
Sentir el cariño de otras personas que han pasado por lo mismo es reconfortante. Es evidente que no soluciona el problema en sí mismo, pero ayuda a encontrar un poco de tranquilidad emocional.
Como en la mayoría de los asuntos de la vida, en éste también existen ventajas e inconvenientes, principalmente porque se trata de relaciones con personas y no todos los padres intencionales son iguales. De hecho, el único elemento que tienen en común es que necesitan una gestante para poder tener un hijo pero, por lo demás, pueden ser individuos muy diferentes entre ellos. Por este motivo, es fácil caer en el error de pensar que todos los que forman parte de un grupo de padres por gestación subrogada tienen características parecidas en cuestión de edad, creencias religiosas, orientación sexual, carácter, etc.
Lo positivo es que, a menudo, en un grupo se pueden encontrar personas que se sienten a gusto juntas, compartiendo sus sentimientos de manera transparente. Esto significa que no todos serán grandes amigos, pero que ¡algunos podrían llegar a serlo!
Escuchar las opiniones y las experiencias ajenas es siempre útil, aunque nunca se debe olvidar que el modo en que uno percibe la propia vivencia nos marca profundamente y que el mismo episodio, acontecido a personas distintas, puede ser asumido y relatado de forma muy diferente.
Además, sería bueno no caer en la dinámica de la "competición", es decir, de la comparación entre los que han tenido más suerte, mayor número de embriones, una gestante más disponible, una agencia menos cara, etc. Establecer paralelismos es difícil de evitar a veces, pero ello no hace más que crear una especie de clasificación que sólo añade estrés y malestar a quienes están pasando por un momento complicado y están buscando comprensión y palabras de ánimo.
