Publicado el jueves, 21 de enero de 2016 por Laura Marchesani
Vivir la experiencia de un aborto involuntario es algo muy doloroso; una situación que asusta y que se trata de evitar de todas las maneras posibles. Cuando eso ocurre, los padres se preguntan por los motivos de esta pérdida con la esperanza y la determinación de evitar en el futuro cualquier posibilidad de pasar nuevamente por esa pesadilla. Por ello, en ese momento, suelen dirigirse a un experto para buscar respuestas y consejo.
Por desgracia, los médicos no siempre pueden identificar las causas exactas que han provocado ese hecho, lo que puede contribuir a aumentar la angustia de los padres. Responder a la pregunta “¿por qué?” de una determinada manera ayuda a asumir y a asimilar las malas experiencias en general. La pérdida involuntaria del feto es algo que ha existido siempre y que es parte de las cosas que pueden suceder durante el embarazo, sobre todo en una fase inicial. Aun cuando los padres hayan deseado intensamente tener un hijo, las cosas no siempre se desarrollan de la mejor manera y no es necesariamente por algo que ellos hayan provocado, aunque sea de modo involuntario.
Cuando se ha sufrido un aborto, por supuesto, es aconsejable solicitar el consejo de un médico experto y aclarar con él la situación. Una evaluación detallada puede ayudar a resolver un eventual problema o, simplemente, a tranquilizar -dentro de los límites que el dolor impone-, y a alejar sentimientos de culpa innecesarios y nocivos.
Si el deseo de tener un hijo existe, y no hay impedimentos según el criterio de los doctores, los padres se preguntan a veces por el mejor momento para volver a intentarlo. Se cuestionan si, para tener más posibilidades de éxito, es mejor esperar un tiempo o buscar un nuevo embarazo sin dilación.
Según un estudio reciente, parece que hay mayores posibilidades de conseguir un nuevo embarazo si se busca en los tres meses siguientes al aborto. De hecho, de 765 parejas que buscaron un nuevo embarazo en esos tres meses, el 77% consiguieron ser padres, frente al 23% de las 233 parejas que, por el contrario, esperaron más tiempo.
No obstante, pese las conclusiones de esta investigación, hay otros aspectos a valorar, como subrayan los ginecólogos.
En primer lugar, los datos que ofrecen las personas que han participado en el estudio respecto a la fecha en la que buscaron el nuevo embarazo no son siempre ciertos y verificables al ciento por ciento, por lo cual quedan en el aire algunos interrogantes que no tienen respuestas evidentes en este momento.
Es en este punto en el que los médicos parecen estar más de acuerdo. Los padres, después de un episodio tan doloroso, pueden sentirse emotivamente no preparados para buscar un nuevo embarazo, lo que es fácilmente comprensible. Por esta razón, el consejo de los especialistas es el de evaluar los sentimientos de los dos miembros de la pareja para, juntos, encontrar el momento en el que se esté preparado para la nueva tentativa.
En conclusión, si bien los resultados científicos sugieren que no se debe esperar demasiado para buscar un nuevo embarazo, son sólo los padres los que, tomando en consideración los consejos médicos, deben decidir el momento en el que están listos para recomenzar la búsqueda del hijo.