Publicado el jueves, 30 de julio de 2015 por Laura Marchesani
Una periodista italo-española ha acudido al último congreso sobre gestación subrogada celebrado en Londres para obtener, en primera persona, información acerca de qué es esta técnica, qué tipo de personas recurren a ella, dónde se puede llevar a cabo y quiénes son los intermediarios que participan en la misma.
El resultado de este viaje al mundo de la subrogación se resume en una serie de reflexiones que, al inicio, al no conocer a fondo el tema, son imposibles. Esto es lo que sucede habitualmente: todo el mundo tiene su opinión sobre el asunto, y muchos la expresan públicamente de modo incluso poco delicado, pero poca gente sabe exactamente qué es o, al menos, han estado en contacto cercano con esta realidad para entenderla un poco mejor.
Partiendo de un comienzo escéptico y crítico hacia este ámbito de la reproducción asistida, la periodista pasa a expresarse de un modo diferente después de haber hablado y escuchado a personas que han vivido directamente la gestación subrogada: padres, gestantes, asociaciones, agencias, etc...
Lo que más nos ha sorprendido de estas reflexiones es la conclusión a la que ha llegado la autora después de estas charlas. Asombrada, como es obvio, por el coste de este tipo de tratamiento en Estados Unidos, critica las tarifas de las agencias americanas. En efecto, se trata de una realidad, es verdad que la gestante obtiene sólo una pequeña cantidad del importe desembolsado por los padres comitentes, pero es igualmente cierto que buena parte de las posibilidades de éxito dependen del trabajo que realiza la agencia antes, durante y después del embarazo.
Como hemos destacado recientemente en un encuentro con futuros padres, si las cosas van bien y no hay imprevistos, el papel de la agencia parece algo superfluo, pero tan pronto como se presenta un pequeño imprevisto, las cosas cambian. El hecho de que todo funcione sin problemas es, en muchas ocasiones, un síntoma silencioso de que se ha elegido la agencia correcta. La prevención y la preparación tanto de los futuros padres como de la gestante ante el camino que van a afrontar es fundamental. Comenzar una gestación subrogada sin la mediación de una agencia es algo demasiado arriesgado.
La periodista ha destacado también que la maternidad subrogada está admitida en muchos países, como de hecho sucede, pero que no está regulada en todos los estados en los que se permite. Como ella misma aclara, la situación económica, social y política del país al que nos dirijamos tiene un papel fundamental, no sólo en lo que respecta a la gestación en sentido estricto, sino a una consideración de más amplio vuelo: la necesidad puede empujar a las mujeres a ofrecerse como gestantes. Pero, ¿una gestante que necesita dinero es lo que quieren los futuros padres? ¿Se puede considerar que estas mujeres en apuros están eligiendo libremente llevar adelante un embarazo para otra familia? ¿El entorno del que procede y en el que vive la gestante (¡también durante el embarazo!) no es importante para los padres comitentes?
En Prepara creemos que la situación económica, social y política de un país es uno de los factores a valorar antes de elegir un destino para la gestación subrogada. No olvidemos que la gestante tiene que elegir libremente entrar en el proceso, que debe vivir este acontecimiento como algo memorable y positivo, que debe ser consciente al 100% de cada detalle y tener asistencia legal, que todo en torno a ella tiene que estar preparado para ayudarla en cada paso, y que la sociedad en la que vive ha de aceptar su elección.
La gestación subrogada, según nuestro punto de vista, debe ser una elección consciente, libre, y bien guiada para todas las partes que la hacen posible. Sólo así se asientan las bases de un recorrido exitoso y feliz.