Publicado el martes, 13 de febrero de 2018 por Laura Marchesani
La experiencia de tener un hijo por maternidad subrogada, incluido el parto, en otro país, siempre es muy intensa, obviamente. Si de por sí el proceso de la creación de la vida es especialmente emocionante, cuando se espera a un bebé de una gestante a la ansiedad normal del nacimiento se añaden numerosos elementos a tener en cuenta y cosas que hay que organizar con antelación, por las características que tiene este proceso de reproducción asistida, que se desarrolla en otro país.
Los padres de intención tienen que estar preparados para la llegada de su hijo no sólo en términos de objetos, ropa, aparatos que el niño pueda necesitar, sino también en cuanto al dónde quedarse las primeras semanas después del parto.
Justo después del nacimiento del hijo, en el caso de la gestación subrogada, hay factores prácticos a considerar, incluso respeto al dónde quedarse. Normalmente, los padres de intención no eligen estar en un hotel estándar, después del nacimiento, porque a menudo en ese tipo de lugar no encuentran las condiciones que necesitan ellos y su niño. De hecho, en cuanto los médicos le dan el alta al niño, los padre saben que tienen que tener un sitio dónde llevarlo y en el que dar los primeros pasos de su rutina juntos y de su vida familiar. Por eso, generalmente, se aconseja encontrar un lugar apto para un recién nacido en el puedan quedarse durante una temporada que puede ser de dos a ocho semanas según la situación y el país en el que nazca el niño.
A menudo los padres eligen quedarse en un apartamento o en una estructura apta para familias con un bebé, o sea que tenga una cocina, aunque pequeña, un baño amplio, una habitación silenciosa, un buen aparato de aire acondicionado en verano o de calefacción si hace frío, un aparcamiento cómodo, la posibilidad de lavar la ropa con frecuencia, etc. En algunos casos afortunados, los padres recurren a la ayuda de familiares que residen en el país de la gestante, pero, si eso no es posible, es aconsejable organizarse con antelación. Los profesionales que acompañan los padres debería poderles ofrecer ayuda en esto, para facilitarles las cosas en un momento tan intenso.
Según el tipo de relación que se ha desarrollado con la gestante, a veces, los padres intencionales prefieren escoger un apartamento cerca de ella, para tener la posibilidad de mantener cierto contacto. De todas formas, siempre hay que buscar el equilibrio entre mantener el vínculo emocional con esta generosa mujer y dejarla libre de recuperarse física y psicológicamente y de volver a su rutina familiar. Probablemente, la única manera de gestionar correctamente la situación es la de seguir comunicando abiertamente. Sólo la trasparencia permitirá que todas las partes se sientan comprendidas, respetadas y a gusto.
Además, en las primeras semanas de vida, los padres estarán muy ocupados, tendrán poco tiempo a disposición y muchas necesidades, con lo cual la colaboración o incluso solamente el apoyo emocional de alguien cerca, será bienvenido.
