Publicado el viernes, 16 de mayo de 2014 por Laura Marchesani
En la mayoría de los casos, el embarazo se consigue con el óvulo de la futura madre o de una donante, y el semen del futuro padre o de un donante. El embrión que nace y se desarrolla durante unos días en el laboratorio se transfiere al útero de la gestante cuando llega a ser suficientemente maduro.
Se trata de una técnica de reproducción asistida, por lo que hay que tener claro que es un proceso que incluye cuestiones médicas que hay que conocer antes de empezar el camino, para poder entender los detalles del proceso y ser más conscientes de todos sus matices.
Como en todos los tratamientos, no se puede garantizar el 100% de porcentaje de éxito, y a veces hay que hacer más de un intento para conseguir el embarazo.
Entender estos aspectos del proceso ayuda a mantener unas expectativas realistas. La información en todo procedimiento, y más aún si se trata de algo emocionalmente tan importante, es la clave para que los futuros padres puedan tomar las decisiones adecuadas y comprender en cada momento en qué punto se encuentran.