BLOG

Diseñar el camino para una gestación subrogada ética

Publicado el jueves, 6 de octubre de 2016 por Laura Marchesani

Existe otra cara de Italia. Hay una parte de la península que rema contracorriente y que desea transmitir conocimiento y reflexión sobre bases racionales, con un debate sereno acerca de la gestación por sustitución.

Demonizar la reproducción asistida y difundir lugares comunes y superficiales sobre los caminos hacia la paternidad que muchos italianos deben afrontar en el extranjero no parece que sea la mejor fórmula para hablar de estos asuntos. Por este motivo, algunas asociaciones se movilizan en defensa de los padres actuales, y futuros, que necesitan la ayuda de la ciencia.

No a la explotación

El argumento que a menudo usan aquéllos que se posicionan contra la gestación por sustitución -sobre todo si la lleva a cabo una pareja de hombres- es el de la explotación del cuerpo de la mujer, refiriéndose a situaciones probablemente ciertas en las que los padres de intención solicitan la colaboración de mujeres que no están en condiciones de poder decidir libremente sobre el asunto por factores económicos, sociales, culturales,...

Estas asociaciones, partiendo de la premisa de que es necesario evitar toda situación de explotación del prójimo y de prevaricación de cualquier tipo, creen con firmeza -hasta el punto de dedicar mucha energía y trabajo a proponer la creación de una ley específica- que es imprescindible sentar las bases para que la gestación subrogada se reglamente. Si el clima de prohibicionismo tiende a favorecer la creación de situaciones poco claras (en el mejor de los casos) que pueden hacer mella en todas las partes, una ley que ponga límites y tutele a padres, gestante y recién nacido(s) parece ineludible.

La autodeterminación de la mujer

Los principios que guían a estas asociaciones son los de garantizar la libertad y el derecho de los individuos a elegir por sí mismos en lo que respecta a sus decisiones sobre reproducción, y evitar cualquier tipo de abuso.

Permitir a una mujer adulta, económicamente autosuficiente y que ya tiene hijos, escoger si y cuando convertirse en gestante conlleva, además de reconocerle el derecho a decidir sobre su cuerpo y sus actos, garantizarle la misma tutela que al resto de las partes.

El ejemplo surge de otros países, como Canadá y Estados Unidos, en los que las gestantes candidatas deben demostrar que se encuentran en una situación estable, que tienen ingresos que les permiten vivir con dignidad, que están inmersas en un ambiente sano y que son equilibradas. La idea es, pues, imitar las reglas que funcionan en otros lugares.

¿Italia está preparada?

Es interesante destacar que en el interior de este grupo de personas tan expertas en la materia, que en Italia se unen en pos de un objetivo común, surgen dudas, no relativas a la gestación subrogada en sí misma sino sobre el país en el que se va a debatir el asunto. De hecho, se pueden prever ya una serie de comentarios de la parte opuesta que, en la línea de lo que se dijo en el curso del debate sobre las uniones civiles, presentarán argumentos que pueden llegar a ser bastante desagradables y usarán un léxico sin duda inapropiado.

Es indiscutible que en el mundo mediterráneo algunos valores son muy diferentes a los del mundo anglosajón, por lo que adaptar a nuestra mentalidad algunos conceptos de la gestación por sustitución tal y como está diseñada en EE.UU. y Canadá será complejo.

Sin embargo, el hecho mismo de proponer una ley para una gestación subrogada ética en un país que, hasta el momento, ha usado la inevitable ignorancia sobre la cuestión -la gestación por sustitución no es un camino común, más bien al contrario- como modo de controlar el pensamiento de la sociedad tiene intrínsecamente un enorme valor.

Diseñar el camino para una gestación subrogada ética
contacto
ovodonación
gestación por sustitución
Uso de Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies.
Cerrar