Publicado el miércoles, 22 de abril de 2015 por Laura Marchesani
Los futuros padres que necesitan la ayuda de una donante desean obviamente que el ciclo de preparación, así como el procedimiento en su conjunto, funcionen a la perfección.
Por desgracia, al igual que sucede en el resto de tratamientos médicos, no es posible garantizar el resultado al 100%. Por ello, es recomendable que un equipo con experiencia vigile constantemente la situación de la donante, los medicamentos que toma, las dosis, cómo y cuándo se suministran las mismas,... para prevenir y evitar posibles reacciones no deseadas y/o errores en la administración. De este modo, las posibilidades de éxito aumentan notablemente y se garantiza la tranquilidad y confianza de padres y donante.
Las medicinas que se usan normalmente sirven para controlar la actividad ovárica, el desarrollo de los folículos y la liberación de los óvulos en el momento oportuno.
Generalmente se usan hormonas llamadas gonadotropinas, que ayudan al crecimiento de los folículos.
Como sucede con todos los medicamentos, en ocasiones se pueden presentar efectos secundarios. En la mayor parte de los casos se trata de ligeras molestias en la zona baja del abdomen (parecidas a las que se sufren durante la ovulación o la menstruación), pero pueden aparecer también cefaleas, malestar gástrico o retención de líquidos. De cualquier modo, ganaralmente los tratamientos no duran más de una decena de días. Las medicinas se administran por vía subcutánea mediante pequeñas agujas, como las usadas para las inyecciones de insulina, siguiendo las instrucciones del prospecto y del personal especializado.
Es normal que la idea de someterse a un tratamiento hormonal genere una sensación de ansia, pero una buena información y los consejos de personal cualificado -y de confianza- contribuyen a crear una sinergia que permite que se alcancen buenos resultados.
Como es obvio, la selección de los medicamentos y las dosis asociadas, que se adaptan a las características de cada persona, deben ser siempre realizadas por un especialista.
Fuente: http://www.amnios.es
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