BLOG

Más fallecidos que nacidos

Publicado el lunes, 7 de diciembre de 2015 por Laura Marchesani

España da la alarma: en los primeros seis meses de 2015 ha habido más personas fallecidas que niños nacidos. En realidad, el dato no sorprende, pues hace mucho tiempo que se sabía que esto iba a suceder, tal y como ya ha acontecido en Italia, Alemania y Japón, por poner algunos ejemplos.

Nuestro sistema social está basado en una población que se renueva. Si no hay suficientes nacimientos, nuestra economía, del modo en que está estructurada hoy en día, no puede mantener un número elevado de mayores, que viven hasta edades cada vez más avanzadas, con un número reducido de niños nacidos.

¿Por qué tan pocos nacimientos?

Las razones son muchas. La Fundación Renacimiento Demográfico trabaja para sensibilizar a la opinión pública sobre este asunto, proponiendo algunas reflexiones útiles desde el punto de vista social, que se dirigen sobre todo a los gobiernos, para que tomen conciencia de algunas posibles soluciones para salir de esta situación.

La primera medida fundamental que se debería poner en marcha es la concienciación social de lo que esta situación implica. Se trataría de presentar la realidad de los datos para ofrecer un claro panorama de lo que está pasando, pero también con el objetivo de buscar las causas y promover posibles soluciones.

La edad de la madre

Uno de los factores que contribuyen a la baja natalidad es una edad materna avanzada, es decir, el hecho de que las mujeres tengan su primer hijo cuando ya no son tan jóvenes. Ello implica que, en el caso de que después del primer nacido piensen en el segundo, muchas veces ya es demasiado tarde para ellas, a menos que consideren la ayuda que les pueden proporcionar las técnicas de la medicina de la reproducción asistida.

Si una mujer tiene el primer hijo con 28 años, por ejemplo, tiene la posibilidad de elegir con cierta tranquilidad si, y en qué momento, tener el segundo. Cuando, por el contrario, la edad del primer embarazo supera los 35, no es fácil tener la oportunidad de un segundo. Es importante conocer que la calidad ovárica, elemento esencial para poder concebir un hijo con óvulos propios, disminuye de manera exponencial con la edad, hecho del que no todas la mujeres son conscientes al 100%.

Es precisamente este último dato -la escasa conciencia de que sentirse jóvenes y en forma no es, por desgracia, sinónimo de buena calidad ovárica- el que se debe dar a conocer en campañas de información adecuadas que abran los ojos a los futuros padres.

El papel del gobierno

Pero permitir a las mujeres pensar en una maternidad más temprana significa promocionar medidas a nivel social, laboral y económico, sostenibles para el sistema, y que representen una ayuda efectiva para las madres.

En general, según la Fundación Renacimiento Demográfico, el gobierno debería tutelar a las familias, contribuir a su estabilidad no sólo como institución sino también económicamente, poner en marcha sistemas de ayuda para las personas que tienen hijos, y proporcionar a los padres formas de compensación, reconociéndoles el esfuerzo (tanto el económico como el personal) que la descendencia requiere.

En conclusión, aunque se trata de un asunto con muchos aspectos a considerar y que requiere una reflexión más amplia y profunda, la ayuda efectiva y tangible de los gobiernos, podría ser importante para muchas personas que están pensando en tener descendencia.

Más fallecidos que nacidos
contacto
ovodonación
gestación por sustitución
Uso de Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies.
Cerrar