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Tener un hijo por maternidad subrogada: a quién contárselo

Publicado el martes, 17 de julio de 2018 por Laura Marchesani

Cuando se comienza un camino de gestación por sustitución, en ocasiones se cree que en el momento en que la fase complicada -la de la toma de la decisión- esté superada, el resto empiece a fluir rápidamente con un resultado garantizado y en tiempo breve.

Con esta idea en la cabeza, algunos padres intencionales empiezan a hablar de su elección con amigos y familiares para explicarles de qué se trata -ya que el recorrido de fecundación 'in vitro' es todavía poco conocido hoy en día- pero también para compartir con los demás sus esperanzas y las expectativas que tienen con respecto a lo que sucederá en un futuro próximo y a la cercana paternidad.

¿Pero con quién es mejor hablar de la elección de ser padre gracias a la ayuda de una gestante?

En realidad no existe una respuesta universalmente válida pues, sin duda, hay factores a considerar antes de hacer pública la situación personal de futura paternidad por gestación subrogada.

Qué saber antes de comunicar a los demás el propio camino de gestación subrogada

Ante todo hay que tener en cuenta que el hecho de empezar el camino no significa que se encontrará enseguida a la donante -si es necesaria su ayuda- o que los embriones que se crearán podrán dar el resultado esperado, por ejemplo.

Aunque los porcentajes de éxito de los tratamientos de fecundación 'in vitro' son muy elevados, pensar en una garantía de éxito en unos tiempos predefinidos es, sin duda, poco racional. En la gestación subrogada, como en cualquier tipo de tratamiento médico de reproducción asistida en el que todas las personas involucradas se comprometen al máximo, hay que ser realista y pensar que puede ocurrir que el embarazo no se consiga con la transferencia del primer embrión.

Las preguntas de los amigos sobre la gestación por sustitución

La cuestión es que si se empiezan a compartir muchos detalles sobre el propio camino de gestación subrogada, se podrían recibir asimismo multitud de preguntas de familiares y amigos que quieren entender a fondo qué implica cada paso. Tener que dar muchas explicaciones puede ser duro, sobre todo cuando los resultados inmediatos no son los esperados.

Por poner algunos ejemplos: los embriones creados no dan muchas posibilidades de éxito y es necesario repetir el ciclo de donación de óvulos; la gestante no se queda embarazada después de la transferencia de embriones; o, incluso, hay un aborto espontáneo. Todas estas situaciones, aunque se intenten evitar, son parte de los posibles imponderables, es decir, de todos esos aspectos que no se pueden controlar a priori. Si uno de estos imprevistos sucede la moral de los padres intencionales estará bastante afectada, por lo que tener que explicar una y otra vez lo sucedido con todo lujo de detalles puede no ser la mejor manera de transitar por esta fase tan complicada emocionalmente.

Hablar de la gestación subrogada: qué decir y a quién

En conclusión, antes de compartir todos los aspectos del camino de uno mismo hacia la paternidad, conviene valorar los pros y los contras, con quién se tienen ganas de hablar y hasta dónde llegar con los detalles. No todas las personas que tienen cariño a los padres intencionales son interlocutores ideales, precisamente porque con su deseo de acompañar y ayudar puede que, sin quererlo, hagan el camino más duro.

No hay nada que esconder en un recorrido de gestación por sustitución, pero elegir con quién compartirlo podría ser una manera de ayudarse a andar el camino de forma más serena.

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