Publicado el miércoles, 6 de septiembre de 2017 por Laura Marchesani
La maternidad subrogada tiene unas características muy diferentes según el país en el que se desarrolle el tratamiento de reproducción asistida y se produzca el nacimiento del niño.
Por ello, la primera elección que se debe realizar, una vez que se tenga claro que este es el camino adecuado para los padres en cuestión, es el lugar al que dirigirse. Muchos de los factores que influyen de manera determinante en el proceso dependen de las leyes del estado elegido, del coste de la vida en el mismo, de la experiencia de sus profesionales, así como de las condiciones sociales, económicas y políticas del país.
Dicho esto, es obvio que hay destinos que, por todos estos factores, se pueden considerar menos seguros. No obstante, incluso cuando se habla de lugares del primer mundo con una legislación clara y bien definida, hay que valorar qué diferencias existen entre unos y otros, es decir, informarse antes de emprender una gestación subrogada.
Canadá se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos más apreciados para la maternidad subrogada, y los resultados que allí se obtienen están demostrando que el país está preparado para manejar las situaciones complejas que conlleva un tratamiento de reproducción asistida de este tipo.
Uno de los elementos que caracterizan a esta nación es sin duda el tiempo necesario para llegar al final de un recorrido de maternidad subrogada.
No es fácil establecer la duración media por país de un camino de gestación subrogada pues las circunstancias de cada familia son de alguna manera únicas, con exigencias diferentes y, siempre, el trayecto de unos difiere del de los otros en algún punto.
Cuando hablábamos de los tiempos de la maternidad subrogada y del estrés que comportan los mismos para los padres de intención, también se hacía referencia a las peculiaridades del camino para tener un hijo en distintos lugares.
Las esperas en sí mismas no son un sinónimo de poca atención o de poca eficacia, sino que, a veces, forman parte de protocolos necesarios previstos por la ley del país o, por ejemplo, de logística relacionada con turnos de trabajo del personal de una clínica, disponibilidad de donantes y gestantes, etc.
Es evidente que algunos padres de intención soportan con dificultad la espera; por eso, es siempre aconsejable aclarar de antemano cuánto tiempo es necesario para una maternidad subrogada desde el primer paso hasta la vuelta a casa con el bebé.
En términos generales, el camino que se lleva a cabo en Canadá requiere tiempos más largos que en Estados Unidos. Aunque, como se decía, no siempre es así, se puede afirmar que la tendencia general va en ese sentido.
Ante todo hay que subrayar que las legislaciones vigentes sobre gestación por sustitución en las provincias de Canadá que admiten y regulan este tratamiento de reproducción asistida son diferentes a las de Estados Unidos, y algunos de estos aspectos legales influyen directamente en los tiempos.
Por ejemplo, si las leyes de California o de Nevada, por citar algunos estados americanos abiertos a la maternidad subrogada, prevén una compensación económica para la donante y para la gestante, en Canadá esto está prohibido. Siendo la donación así como la subrogación completamente altruistas en el país, encontrar a esas generosas mujeres que donarán sus óvulos o que traerán al mundo a nuestro hijo puede, en algunos casos, dilatarse en el tiempo más de lo deseado.
En cualquier caso, hay normas generales que se deben seguir y que ayudan a reducir las esperas y a optimizar los tiempos. La información, como en todo proceso, es una gran arma para afrontar el camino con claridad y serenidad.
