Publicado el martes, 6 de marzo de 2018 por Laura Marchesani
Mientras muchos países europeos aún no se han posicionado claramente sobre la gestación por sustitución, otros están avanzando hacia una definición cada vez más detallada de lo que implica tener un hijo gracias a la ayuda de una gestante, de lo que es legal, y de lo que sucede antes, durante y después de una maternidad subrogada. El Reino Unido -país en el que está admitida la maternidad subrogada altruista y que tiene un marco legal específico sobre el particular- ha publicado un documento oficial en el que explica a los futuros padres de intención y a las gestantes potenciales los pasos a seguir y cómo afrontarlos.
La guía para la maternidad subrogada aprobada por el gobierno británico es especialmente útil no sólo para quienes deben de afrontar el proceso en ese país, sino también, en términos generales, para los futuros padres que eligen otros destinos. De hecho, además de detallar todos los pasos a seguir, subraya asimismo algunas consideraciones en relación con la logística de los tiempos y los costes de una gestación subrogada, así como con factores psicológicos que son, ambos, puntos fundamentales a considerar independientemente del destino elegido para la propia maternidad subrogada.
Buscar una clínica, crear los embriones, gestionar los pagos y los trámites legales son pasos que se explican de manera clara y en detalle para ofrecer a quienes están valorando la gestación por sustitución como camino hacia la paternidad una visión completa, muy necesaria para poder tomar decisiones serenas y con plena consciencia.
La guía para la gestación por sustitución en el Reino Unido indica también quiénes y por qué razones pueden necesitar a una gestante para hacer realidad su deseo de tener un hijo, incluyendo diferentes tipologías de familias.
Uno de los aspectos que más impactan positivamente de este documento es su hincapié en la transparencia como elemento fundamental. Así, entre los consejos que proporciona para los futuros padres de intención se encuentran algunos como el de informar a determinadas personas en el trabajo acerca del camino que se está emprendiendo, el de ser honesto con uno mismo, con la pareja y con la gestante, o el de tener paciencia con las personas del entorno que no conocen este camino de reproducción asistida, porque necesitarán información y tiempo para poder entender y respetar las decisiones de los padres intencionales.
Cómo se decía, los contenidos de la guía sobre la gestación por sustitución son muy interesantes y entre las recomendaciones para las personas involucradas hay algunas que siguen las mismas pautas de psicólogos y trabajadores sociales de Estados Unidos y Canadá, como la de contarle al niño que nace por gestación subrogada el modo en que ha sido concebido y ha venido al mundo. Una vez más la cuestión de la transparencia vuelve a ser protagonista, dejando clara la importancia de analizar y asumir las sensaciones propias ante la gestación subrogada, y de transmitir lo vivido al hijo de manera adecuada a su edad y a las circunstancias particulares, teniendo siempre presente la figura de la gestante y su indiscutible papel de generosa protagonista.
