Publicado el martes, 5 de febrero de 2019 por Laura Marchesani
Según las situaciones que se presenten, el ginecólogo especializado en reproducción asistida puede pedir a los futuros padres que se realicen algún análisis que diseñe su perfil genético, ya sea un test específico o bien un cuadro completo de centenas de mutaciones.
Este tipo de test no se requiere en todos los casos, por lo que la pregunta que muchos futuros padres que están a punto de empezar un tratamiento de fecundación 'in vitro' se hacen es: ¿por qué en ocasiones se piden las pruebas genéticas y en otras no?
En primer lugar, cuando se trata de análisis clínicos, el profesional que tiene el papel protagonista es obviamente el médico especializado en reproducción asistida que ayuda a los futuros padres. Será este experto quien, después de valorar la situación particular, decida cómo proceder y si es necesario profundizar en esa dirección.
En algunos casos no se pide ninguna prueba genética, ni en sangre ni en saliva, mientras que en otros, por el contrario, sí se solicita. Más aún, los protocolos específicos sobre este tipo de decisiones médicas pueden cambiar según el país en el que se lleva a cabo el ciclo de reproducción asistida.
Cuando se pide un test que defina un mapa genético completo, a menudo se compone de un número elevado de mutaciones a evaluar que pueden llegar a las 400. ¿Son todas ellas necesarias?
Una vez más, se trata de una decisión médica. Si el especialista lo pide, lo más prudente es seguir sus instrucciones y buscar las soluciones más eficaces para proceder con las mismas.
Existen varias compañías que ofrecen este tipo de test (que se pueden efectuar tanto en sangre como en saliva), pero los tiempos necesarios para obtener los resultados y los costes asociados pueden ser muy diferentes aunque el servicio ofrecido sea el mismo. Los importes pueden variar en más del doble entre unas compañías y otras, de modo que -a nivel económico- merece la pena hacer una pequeña investigación antes de proceder.
A veces los análisis genéticos se pueden realizar en la propia clínica de reproducción asistida que se ha elegido pero, en los casos de futuros padres que están a punto de empezar una gestación subrogada o un tratamiento en el extranjero, es más fácil hacer dichos test cerca de casa. Existen laboratorios que ofrecen el servicio o, igualmente, se puede valorar la opción de dirigirse a empresas que envían un kit para el test en saliva, que se puede hacer cómodamente en casa siguiendo las instrucciones contenidas en el propio set.
Como es obvio, hay que tener en cuenta que si el kit se envía a domicilio y luego se ha de enviar de vuelta al laboratorio remitente, el plazo estándar para obtener los resultados se verá afectado por los trayectos de ida y vuelta de los bastoncillos.
Por otro lado, algunas compañías proveen documentos con los resultados que suelen explicar lo que implica cada test positivo, mientras que otras ofrecen la posibilidad de una consulta telefónica específica con un genetista. Posiblemente la propia clínica que ha solicitado los test pueda ayudar a la hora de elegir a quién dirigirse aunque, si eso no fuera así, sería necesario invertir nuestro tiempo en investigar por cuenta propia, sobre todo si el costo que se nos quiere repercutir por las pruebas fuera muy elevado.
