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Cáncer infantil y fertilidad

Publicado el lunes, 4 de enero de 2016 por Laura Marchesani

Una de las razones que pueden influir sobre la fertilidad es haber afrontado un tratamiento agresivo para vencer un cáncer. A veces, la quimioterapia es tan invasiva que puede afectar a la capacidad reproductiva.

Hoy en día, los varones adultos que van a afrontar una quimioterapia pueden valorar la posibilidad de congelar una muestra de su semen para garantizarse la posibilidad de tener hijos propios en el futuro. Se trata de una técnica extremadamente sencilla y que da buenos resultados. Obviamente es algo que hay que valorar con un equipo médico especializado, analizando las peculiaridades de cada caso, pero, por lo general, una congelación de semen sólo requiere unos análisis previos bastante sencillos.

Las mujeres también pueden congelar sus óvulos antes de afrontar tratamientos agresivos. La técnica implica una preparación algo más compleja y la extracción de óvulos requiere una sedación, pero los resultados suelen ser buenos.

Así pues, tanto hombres como mujeres tienen a su disposición estas técnicas para preservar su fertilidad.

Pero, ¿qué sucede en el caso de niños que afrontan un tratamiento de quimioterapia o radioterapia?

En algunos hospitales españoles se empezó a poner en marcha -ya desde 2008- un nuevo protocolo que permite a las niñas conservar una parte de su tejido ovárico. La operación consiste en la extracción de corteza ovárica para luego congelarla. Cuando la mujer, ya adulta, desea tener hijos, la muestra entonces extraída se descongela y se le vuelve a implantar.

Según las estadísticas, hay cerca de un 30% de mujeres a las que se les ha reimplantado su tejido ovárico que han tenido hijos propios.

¿Funciona igual en niños y niñas?

Por lo que concierne a los niños, todavía no se tienen datos ya que no hay bebés nacidos gracias a la preservación de tejido testicular, pues en ellos se lleva practicando desde hace menos tiempo.

Además, en los niños que superan los 13-14 años se propone la simple congelación de una muestra de semen: la forma más fácil e inmediata de garantizar la disponibilidad de espermatozoides propios para un futuro deseo de paternidad. Con lo cual la conservación del tejido testicular se limita a edades más tempranas, cuando no es posible producir una muestra.

Habrá que esperar, por tanto, unos años para saber si los resultados de la congelación de tejido testicular son tan buenos como los de tejido ovárico.

Futuro con esperanzas

De cualquier forma, la opción ya existe; se trata de algo que se propone en casos concretos, con un elevado riesgo de infertilidad y, por ello, de no poder tener hijos propios por las consecuencias de tratamientos agresivos. Mientras en el pasado no existía ninguna alternativa parecida, hoy en día se dispone de una opción que, posiblemente y con el tiempo, vaya mejorando los resultados y regalando más y más esperanzas.

Aunque el principal deseo sea el de tener cada vez menos casos de cáncer infantil, saber que, además de vencer la enfermedad, actualmente existe la posibilidad de dar a esos niños la esperanza de tener en el futuro hijos propios es, sin duda, un buen augurio.

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