Publicado el jueves, 9 de noviembre de 2017 por Laura Marchesani
Tanto en Canadá como en Estados Unidos, en los tratamientos de reproducción asistida en los que se prevé el auxilio de una persona externa como una donante de óvulos, un donante de semen o una gestante, a los futuros padres se les asigna un abogado para que defienda sus intereses y redacte el primer borrador del acuerdo entre las partes sobre el tipo de técnica a la que se recurrirá.
En Canadá no siempre es obligatorio que exista un acuerdo legal escrito entre los futuros padres y el o la donante pero, en general, siempre se aconseja firmarlo para mayor seguridad de todos.
Entre los muchos detalles que contienen estos acuerdos hay algunos que, en un primer momento, pueden preocupar a los futuros padres. Una de las ansiedades más comunes de quienes reciben gametos de terceros es que la persona que dona cambie de idea y que, tras haber superado los análisis clínicos y psicológicos y con el camino ya planificado, decida no seguir adelante.
Así como los futuros padres reciben el apoyo de un abogado especializado en procreación asistida, el donante de gametos tiene que tener asimismo un asesor legal independiente que vele por sus derechos y que defienda sus intereses.
Esto significa, como es obvio, que no todo lo que los padres propongan será aceptado y firmado por el donante. Se debe recalcar que, normalmente, quienes necesitan una donación son conscientes del esfuerzo que se realiza por ellos y del gran regalo que están recibiendo, y desean que la persona que les ofrece esta enorme oportunidad se sienta respetada y salvaguardada. A pesar de ello, en algunos casos, se muestran sorprendidos por la posibilidad de cambiar de idea que se le deja abierta en el acuerdo.
Naturalmente, en la donación es necesario proveer a quienes ofrecen su ayuda toda la información que precisen, así como apoyo y salvaguardia legal, amén de la posibilidad de cambiar de idea, incluso cuando el proceso ha comenzado. Como decíamos, a algunos futuros padres les cuesta comprender este aspecto y temen que algunos voluntarios, gracias a esta opción, se ofrezcan aún sin tener las ideas del todo claras para luego retirarse con el tratamiento iniciado.
No olvidemos que los donantes deben superar una serie de pruebas y entrevistas antes de ser aceptados como tales y, en esta fase, se les ofrecen todos los datos necesarios para que puedan tomar decisiones con conocimiento de causa. Si una persona no está totalmente convencida, serán los propios profesionales -médicos, enfermeros y psicólogos- los que le sugerirán que no emprenda el camino.
A pesar de que la búsqueda de donantes, en especial la de la donante de óvulos, es un proceso largo y complejo en el que las incertezas con respeto al resultado están siempre presentes, es importante que se garantice la transparencia y la libertad absoluta de todas las partes. Además, una de las razones por las que el sistema canadiense es muy apreciado es precisamente su marco legislativo, que define con claridad los pasos que se deben dar y que prohíbe tanto el pago por los gametos como cualquier tipo de coerción.
Por el interés de todos, los acuerdos entre padres de intención y donantes deben respetar y reflejar lo que la ley del país determina.
