Publicado el jueves, 3 de marzo de 2016 por Laura Marchesani
Como ya se ha comentado en un post precedente, entonces en relación con la mutación del gen responsable del cáncer de mama, la medicina de la reproducción asistida ofrece un futuro de esperanza para los padres que son portadores de enfermedades importantes, al librar a los embriones creados a partir de sus gametos de una peligrosa mutación que amenaza toda su existencia.
En esta ocasión se trata del síndrome de Lynch.
La enfermedad, que tiene una posibilidad del 50% de manifestarse en los hijos de los afectados, produce cáncer colorrectal y, en ocasiones, tumores en otros órganos. Las neoplasias en el aparato gastrointestinal representan el 10%-15% del total de tumores y son la segunda causa de muerte por cáncer en Europa.
Es por ello fácilmente imaginable la preocupación de una pareja española que deseaba tener hijos siendo portadora de este síndrome. Debido a este patrimonio genético, los aspirantes a ser padres, tras haber solicitado permiso al Ministerio de Sanidad, se sometieron a una FIV (fecundación in vitro) para obtener embriones. En su caso, no se trataba de un problema ligado a la infertilidad, sino al código genético que heredarían sus hijos.
El tratamiento de reproducción asistida era, por consiguiente, necesario para obtener embiones que pudiesen ser analizados.
El equipo de biólogos de la clínica española a la que se dirigieron puso en observación, hasta el quinto día de desarrollo, los embriones obtenidos y, en ese momento, realizó un Diagnóstico Genético Preimplantacional. Se trata de un análisis sobre los embriones que permite identificar cuáles de ellos son portadores de la mutación y, en consecuencia, transferir al útero materno sólo aquéllos que están libres de la enfermedad.
El caso es muy similar a otros y no deja de sorprender al mundo por las posibilidades que se pueden ofrecer a las familias portadoras de enfermedades que, de otro modo, dejarían marcados inexorablemente a sus descendientes.
Para llevar a cabo esta técnica, que se usa también en otras situaciones, es necesario un equipo de biólogos cualificados y con la experiencia necesaria, debido a lo delicado del procedimiento de biopsia en los embriones humanos. Afortunadamente, España ofrece las mejores clínicas, con personal preparado y tecnología de vanguardia, para hacer frente a estas situaciones y obtener resultados admirables.
La gran ventaja de este Diagnóstico Preimplantacional es, precisamente, poder tener hijos que posean el mismo código genético de los padres, evitando tener que recurrir a la donación de óvulos o de semen, pero sin la sombra de la mutación.
Teniendo en cuenta el tiempo indispensable para proceder con los trámites burocráticos relativos al permiso del comité ético nacional que es responsable de estas decisiones, es siempre oportuno valorar esta posibilidad con la suficiente antelación. Dado que la reserva ovárica desciende de manera relativamente rápida y que, estadísticamente, a partir de los 35 años las dificultades para obtener un embarazo aumentan a la vez que la reserva ovárica disminuye, las mujeres que deseen tener hijos usando sus propios óvulos deberían considerar los plazos de tiempo como un elemento prioritario en su decisión.