Publicado el miércoles, 8 de marzo de 2017 por Laura Marchesani
Aunque hace bastante tiempo que se intenta introducir en el lenguaje cotidiano la definición correcta de este recorrido de reproducción asistida, una buena parte de la población continúa denominando a la gestación por sutitución "vientre de alquiler". Por este motivo, para poder llegar a una mayor audiencia, a veces es necesario hablar sobre este particular utilizando la definición peyorativa, pero aún en uso, y posteriormente explicar que no se trata de alquilar nada.
Entre las razones que explican por qué se sigue usando "vientre de alquiler" como definición hay algunas que el interlocutor elige voluntariamente y otras que vienen dictadas por las circunstancias.
Una parte de la sociedad es contraria a la gestación por sustitución independientemente de las condiciones, lugar y contingencias de cada caso. Si bien, en teoría, el recorrido de reproducción asistida es igual en todos los países en los que se lleva a cabo, la realidad nos indica que existen grandes diferencias según dónde y cómo se produzca.
Si se desea crear un efecto de desprecio y rechazo por algo, lo ideal es definirlo con palabras que provoquen de inicio una sensación de desagrado. Ante una definición tan chocante como "vientre de alquiler", quien no sabe en qué consiste y cómo funciona la gestación subrogada no puede más que percibir instintivamente que se trata de algo negativo y sentir rechazo.
Otro elemento que sin duda fomenta que se mantenga esta definición es el escaso conocimiento general. La gestación subrogada es una de las posibles vías para acceder a la paternidad a la cual se encaminan sólo un número reducido de personas por diversos motivos, por lo que la población en general que no está en contacto con ella no sabe de qué se trata y, en consecuencia, no utiliza la definición correcta sino que tiende a usar la considerada estándar.
Dónde dirigirse para una gestación por sustitución
El hecho de que estos procedimientos se realicen fuera del propio país de residencia contribuye a crear un halo de misterio y de desconfianza. Se forma un círculo vicioso en el que hay poca información disponible y la que se obtiene llega de fuentes interesadas en explotarla de modo negativo.
Cuando los futuros padres deciden afrontar un recorrido de gestación subrogada deben elegir un país al que dirigirse. En el momento actual, estos tratamientos no pueden efectuarse en España y las únicas alternativas se encuentran fuera de las fronteras del país.
En términos generales, cuanto más detalladas sean las normas, más aumentan las posibilidades de que el recorrido sea sereno y sin problemas para padres y gestante.
Por ello, uno de los primeros filtros a la hora de elegir el dónde debería ser la tranquilidad de todas las personas implicadas en el tratamiento, es decir, que la tutela y la asistencia legal de las partes estén garantizadas.
Luego, casi siempre el destino va a depender de las circunstancias personales de los padres: soltero, pareja heterosexual, pareja homosexual,… De hecho, los Estados que poseen leyes específicas sobre la gestación por sustitución definen con claridad qué tipo de futuros padres aceptan. En consecuencia, algunos podrán elegir entre varias opciones mientras que otros encontrarán que el número de destinos para ellos es limitado.
Un tercer parámetro que desgraciadamente determina la elección del país al que dirigirse es el económico. Los costes de una gestación subrogada son muy distintos según la nación que se contemple. Como es obvio la diferencia de costes es debida a múltiples factores, y no está sólo ligada al hecho de que la gestante pueda percibir, o no, una compensación económica.
Las valoraciones previas a la elección acerca de dónde iniciar una gestación por sustitución deben hacerse con suma atención, pues la complejidad del tratamiento requiere bases sólidas y seguras.
