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Las enfermeras de la clínica de reproducción asistida

Publicado el martes, 23 de octubre de 2018 por Laura Marchesani

La elección del centro de reproducción asistida en el que llevaremos a cabo nuestro tratamiento, con la intención de tener un hijo, es un paso fundamental.

Con independencia del tipo de tratamiento de reproducción asistida que se necesite, desde el momento en que es imprescindible la ayuda de profesionales de la medicina, deberíamos tomarnos un tiempo para valorar a quién dirigirse para poder comenzar el camino con serenidad.

De hecho, la situación ideal sería poder dar este paso sin dudas, con completa confianza, sin pensar en los posibles momentos de dificultad que puedan llegar cuando los primeros resultados que se obtengan no sean (quizás) los esperados.

En la mayor parte de los casos, la comunicación entre los futuros padres y la clínica de fertilidad se produce a través de las enfermeras del centro, o bien de un asistente del médico, o bien de alguna figura similar. Por lo tanto, aunque las decisiones las toma el ginecólogo especialista en reproducción asistida, las llamadas telefónicas y correos electrónicos para informar a los futuros padres quedan a cargo de otros profesionales del centro.

La enfermera de la clínica de reproducción asistida

Evidentemente, el ginecólogo debe concentrar su tiempo y su atención en el tratamiento de fecundación, las medicinas y las decisiones determinantes para obtener los mejores resultados posibles, tanto si se trata de un ciclo de reproducción asistida de los propios padres como si las protagonistas son donantes y/o gestante.

Estos profesionales médicos ginecólogos están rodeados de personal cualificado que trabaja a diario, codo con codo, con ellos y que son los encargados de la interlocución con los futuros padres. Es a estas personas a quien se recurre para plantear dudas, para obtener información o para formular requerimientos de casi cualquier tipo.

En algunas clínicas de reproducción asistida, a cada pareja o futuro padre se les asigna, por ejemplo, un profesional o un par de enfermeras; en otras, en cambio, es todo un departamento al completo el que (dependiendo de los turnos) se ocupa de las llamadas/e-mails de los pacientes o de los futuros padres.

Congelar una muestra de semen

En muchos casos, el primer contacto cara a cara con la clínica de fertilidad elegida se produce con ocasión de la entrega y congelación de la muestra de semen que se usará para la fecundación. Se trata de un momento que, en sí mismo, supone cierta tensión. Si además se debe coger un avión para trasladarse al extranjero, a la ansiedad propia de la situación se unen las emociones y las tensiones ligadas al viaje y a la visita a un lugar desconocido. No obstante, esta es la ocasión en la que los futuros padres tendrán la posibilidad de hablar con el personal que les seguirá durante el ciclo.

Se trata de una oportunidad para entender si el personal de la clínica está efectivamente disponible y dedica a sus pacientes el tiempo que necesitan, si las respuestas que ofrece son claras, si la transparencia y la amabilidad satisfacen a los padres,…

La relación con las enfermeras de la clínica

Si bien la persona que dirige el trabajo es el médico, es importante que el personal asignado a los pacientes para la comunicación esté a la altura de las circunstancias y que los futuros padres se sientan seguidos de modo adecuado. Si esto no fuese así, sería aconsejable comentárselo al médico, tal vez solicitando un cambio en la persona de referencia, pues la serenidad en los diálogos (escritos u orales) no es un elemento desechable para quien afronta el camino de la reproducción asistida.

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