BLOG

Novedades para ayudar en la implantación de los embriones

Publicado el jueves, 26 de mayo de 2016 por Laura Marchesani

La transferencia de embriones es uno de los momentos más emocionantes que viven los futuros padres que recurren a la reproducción asistida. Tras meses de visitas, análisis, valoraciones, reflexiones y, a veces, momentos de tensión dentro de la pareja, se llega a tener los tan deseados embriones.

Cuando el ginecólogo y el biólogo dan a los padres la descripción de sus embriones y les proponen cuáles transferir, se sienten vibrar las emociones. El momento está cargado de una energía que viene del cansancio y las tensiones acumuladas, que no se relajarán hasta el test de embarazo.

La transferencia se lleva a cabo mediante un procedimiento leve y sencillo, guiado con una ecografía abdominal con vejiga llena, lo que puede ser incómodo para algunas mujeres pero, en general, no doloroso. La práctica se puede seguir en el monitor del ecógrafo por los propios padres que, por lo tanto, viven en primera persona el paso de los embriones al útero.

Después llega la espera.

Para muchos, los días que transcurren desde la transferencia hasta la prueba de embarazo son los más largos, pues la tarea de los padres es seguir las instrucciones del médico de reproducción asistida respecto a los medicamentos a tomar y mantener la calma.

La espera es dura.

Mientras algunos se centran en actividades que les distraigan de este pensamiento fijo, otros confiesan que no pueden dejar de pensar en ello. No poder hacer nada concreto para favorecer la implantación de los embriones es frustrante.

A pesar de que los esfuerzos de todas las partes estén orientados hacia un resultado positivo -porque todos, no sólo los padres sino también los profesionales que les rodean, desean que su esfuerzo sea premiado-, en ocasiones el embarazo no llega.

Precisamente para ayudar en esta fase, para dar más posibilidades de éxito, algunos científicos británicos, junto a otros norteamericanos, han realizado una serie de investigaciones. El resultado que han obtenido ha sido el de posibilitar a los embriones sobrevivir en laboratorio hasta trece días; un límite temporal no alcanzado con anterioridad.

Este hecho les ha permitido estudiar el desarrollo de una serie de células que normalmente ocurre en el décimo día, y que son las que darán lugar al feto.

Esta fase de la vida del embrión era desconocida hasta ahora, porque suele producirse dentro del útero materno.

Conocer el desarrollo de los embriones ayudará a buscar las mejores condiciones para su transferencia y obtener, así, el embarazo. Saber cómo crecen las células es, de hecho, el primer paso hacia la optimización que todos desearían.

El resultado de los tratamientos de reproducción asistida no se puede garantizar jamás. A pesar del alto porcentaje de éxito que ofrecen las mejores clínicas, existen siempre casos en los que no se consigue obtener un embarazo.

Por esta razón, los científicos dedican tanto tiempo y energías a intentar comprender cómo funciona el proceso y cómo se podrían explicar fenómenos tales como, por ejemplo, el aborto espontáneo en las primeras fases de un embarazo.

Por desgracia es así. Incluso después de haber esperado la prueba de embarazo y de haber obtenido un resultado positivo, existe siempre el riesgo de sufrir una pérdida espontánea.

Evitar esta experiencia traumática es el objetivo principal de la ciencia de la reproducción asistida, más allá de mejorar los resultados de los tratamientos y de hacer el recorrido médico más soportable para las futuras mamás y papás. El estrés acumulado es notable, y ellos lo soportan con fuerza y determinación con el íntimo deseo de poder estrechar en sus brazos a su hijo.

atrás
Novedades para ayudar en la implantación de los embriones
contacto
ovodonación
gestación por sustitución
Uso de Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies.
Cerrar