Publicado el martes, 10 de abril de 2018 por Laura Marchesani
La gestación por sustitución es un camino bastante complejo en el que hay que combinar el esfuerzo y la energía de muchos profesionales -además de las de los padres y la gestante- pero, en ocasiones, quienes se asoman a este camino de reproducción asistida no son del todo conscientes de ello.
Una de las razones por las que pensamos que informar es la base para un recorrido sereno es, precisamente, la necesidad de crear la consciencia de la extrema complejidad de la maternidad subrogada y fomentar el conocimiento que ayuda a comprender los tiempos necesarios, los costes que supone y la implicación emotiva requerida.
Si la búsqueda de un (o una) donante es mucho menos sencilla y rápida de lo que se cree, la de la gestante requiere sin duda de una buena dosis de paciencia y flexibilidad. En general, los futuros padres son conscientes y están preparados para las esperas necesarias que permitan encontrar a la persona adecuada para ellos pero, en el momento en el que deben indicar algunos parámetros para guiar a la agencia en la selección de su gestante, pueden tener ciertas dificultades porque nunca han pensado en términos concretos qué tipo de persona les gustaría encontrar.
Aunque los padres intencionales sepan que su gestante debería ser una mujer con un estilo de vida saludable y con la que se pueda establecer una buena comunicación, cuando se enfrentan a preguntas específicas no saben qué contestar.
La agencia pide a los padres de intención algunas pistas sobre el tipo de persona que les agradaría encontrar para, de esta manera, tener unas pautas sobre las que conducir la búsqueda y el 'matching'. Obviamente, estas indicaciones -aunque se sigan al pie de la letra- no son garantía de que la agencia pueda identificar a alguien que cumpla al 100% con el deseo de los padres pero, sin ellas, sería muy difícil establecer un filtro y encauzar la búsqueda.
Entre las preguntas que se hacen los padres en el momento de la elección de la gestante está la que concierne a su lugar de residencia.
El lugar de residencia de la gestante es más trascendente para unos que para otros. La primera cuestión fundamental es saber si su estado -en el caso de EE.UU.- o su provincia -en el caso de Canadá- permiten la gestación por sustitución y, a continuación, para qué tipo de personas o parejas y en qué situaciones.
Afortunadamente, muchas agencias aplican este primer filtro antes de valorar cualquier candidatura y optan por seleccionar solamente a las personas que residen en áreas definidas como "surrogacy friendly", ahorrando a los padres intencionales esta complicada labor. Por lo demás, hay muchos factores a considerar, tales como la distancia entre la residencia de esta generosa mujer y la clínica de reproducción asistida, la diferencia horaria, la cercanía con un aeropuerto internacional, etc. En términos generales lo ideal sería poder decidir sobre todos estos parámetros pero no siempre es posible, a menos que se esté dispuesto a alargar (y soportar con paciencia) los tiempos de espera. Muchas veces, la posible gestante, que ha elegido previamente a los padres intencionales entre los que le ha presentado la agencia, coincide con algunos de los deseos expresados por los padres de intención -aunque generalmente no con todos-, por lo que habrá que valorar los pros y los contras de la situación y la propia flexibilidad.
Lo que enseña la realidad es que el 'matching' perfecto entre padres y gestante es el que permite un diálogo sincero y transparente entre personas que tienen los mismos valores y que se sienten a gusto compartiendo un proyecto vital de esta envergadura.
