Publicado el miércoles, 22 de julio de 2015 por Laura Marchesani
A pesar de que nuestra sociedad ha avanzado notablemente en el último decenio en lo que respecta a la aceptación de las parejas homosexuales, aún quedan dudas sobre si es sano para un niño crecer en una familia con dos padres del mismo sexo, lo que genera un debate que todavía está abierto.
Es una pregunta que se hacen sobre todo aquéllos que no tienen contacto directo con los hijos de estas parejas pues, en caso contrario, la respuesta sería bastante obvia.
Las preguntas que se plantean
¿Sienten estos niños la falta de la figura paterna o materna? ¿Es sano su desarrollo?
La idea que se encuentra detrás de algunos estudios es valorar si la presencia de un progenitor masculino y uno femenino es una condición necesaria para que los niños crezcan de modo ‘correcto’ y, fundamentalmente, analizar de qué modo se desarrollan en un entorno con dos padres del mismo sexo.
¿Quién conduce la investigación?
Para responder a estas cuestiones, dos prestigiosas universidades -la Universidad de Melbourne y la Universidad de Columbia en Nueva York-, así como el ‘Journal of Adolescense’, han llevado a cabo estudios para dar una respuesta científica a estas preguntas.
Se trata por tanto de análisis dirigidos por profesionales cualificados y expertos en la materia, que conducen sus investigaciones con el debido rigor, de modo que el resultado se pueda considerar válido desde el punto de vista científico.
Los resultados
La conclusión a la que llega la Universidad de Melbourne dejaría con la boca abierta a los escépticos, ya que los 50 bebés y niños de parejas del mismo sexo que participaron en el estudio son, en realidad, más sanos que la media.
Los estudios conducidos por la Universidad de Columbia demuestran que no hay diferencias en el desarrollo de los niños con progenitores homosexuales con respecto a los demás.
La conclusión más interesante
Pero la conclusión más interesante desde el punto de vista social, y de la reflexión acerca de la importancia y la influencia de las percepciones sobre las familias homosexuales, la aporta un artículo holandés. Esta investigación en particular trabajó con adolescentes que, desde su nacimiento, han vivido con dos madres, y muestra un aspecto interesante del desarrollo de estos chicos.
Lo que más influye en estos adolescentes, que por otro lado tienen las mismas características que el resto de los de su grupo, no es la orientación sexual de sus padres sino cómo se les percibe en el ámbito social. En otras palabras, lo que incide en su desarrollo es la percepción que de su familia tiene parte de la sociedad. El estudio subraya la importancia de la aceptación y el respeto que perciben estos chicos, y así pone en cuestión la conducta de nuestra sociedad, y no de sus propias familias. Ello implica que todos nosotros, en tanto que parte del entorno en el que viven estos jóvenes, somos responsables de que crezcan sanos; la conducta de cada uno de los ciudadanos puede cambiar, por tanto, no sólo la percepción de las familias homosexuales, sino el propio desarrollo de sus hijos.
Nuestra experiencia
Las parejas del mismo sexo viven su deseo de crear una familia de un modo completamente diferente según el país, la ciudad y el entorno en el que viven, aunque el factor principal que marcará si lo conseguirán o no es su determinación. Es cierto que el camino hacia el embarazo de una pareja de mujeres o de una mujer soltera no es igual al de una pareja de hombres o un soltero, pero es siempre el deseo de crear una familia el que proporciona la energía necesaria para completar todos los pasos.
En Prepara somos conscientes de las circunstancias particulares en las que viven las parejas del mismo sexo y estamos siempre a su lado para ayudarles y guiarles en cada momento.
