BLOG

¿Los seropositivos pueden tener hijos sanos?

Publicado el miércoles, 5 de abril de 2017 por Laura Marchesani

Estar diagnosticado como "VIH-positivo" no significa que no se pueda pensar en tener descendencia. Desde hace algunos años, los hombres que se encuentran en esta situación tienen a su disposición la tecnología ofrecida por los tratamientos de reproducción asistida para poder hacer realidad su sueño de paternidad con seguridad plena.

La reproducción asistida y el VIH

La transmisión del VIH puede producirse a través del líquido seminal, por lo que quienes se ven afectados por esta infección deben recurrir a un médico especializado para informarse en profundidad sobre las posibles opciones que su situación permite.

En la raíz de cualquier elección ligada a la reproducción asistida debe estar siempre una consulta con un especialista. Ponerse en manos de personal preparado es el primer e imprescindible paso para poder avanzar con conocimiento de causa. Evidentemente, el análisis de cada caso y la valoración médica específica son etapas previas y necesarias para entender cómo proceder.

Lavado del semen

El uso de los espermatozoides de un hombre seropositivo ha de ir precedido de una técnica denominada "lavado" del semen. La misma permite separar los espermatozoides del líquido seminal, que contiene el virus.

Los espermatozoides así obtenidos, tras haber efectuado sobre ellos las verificaciones necesarias, pueden ser usados para la fecundación de los óvulos y, en consecuencia, la creación de embriones. De este modo se evita que el VIH se transmita a la madre, al niño o a la gestante en el caso de una gestación subrogada, también llamada "vientre de alquiler" si bien esta definición común no es correcta para denominar al tratamiento de reproducción asistida en el que una mujer decide llevar en su vientre el hijo de otras personas.

Padres seropositivos y gestación por sustitución 

Las ventajas de la técnica del "lavado" son evidentes, aunque en el caso de la gestación subrogada existen otros factores a considerar.

Más allá del hecho de que la medicina pueda garantizar que el embrión creado de esta manera esté libre del VIH, no conviene olvidar que, cuando se trata de gestación subrogada, no todas las gestantes están cómodas en esta situación. La gestante tiene que sentirse siempre segura y si, aunque sólo sea desde el punto de vista emotivo y sin razones "científicas o médicas", tiene dudas o le perturba de alguna manera dar un hijo a un padre seropositivo, no se podrá tomar en consideración la posibilidad de involucrarla en ese caso.

Todas las partes, padres de intención y gestante, deben tener acceso a la información médica necesaria y sentirse libres de elegirse. El hecho de que solo nombrar el VIH genere cierto desconcierto es algo a tener en cuenta, porque esta particularidad podría conllevar tiempos más dilatados en la búsqueda de una gestante. Esto puede desmoralizar de inicio a los futuros padres, por lo que es mejor tener presente esta posibilidad de modo que se pueda afrontar más racionalmente si y cuándo se plantee.

Sólo en el momento en que las partes están informadas y de acuerdo, el recorrido de la gestación por sustitución puede comenzar. Estas premisas son necesarias para crear los pilares de un camino sereno y están en la base de un éxito que va más allá de lo que los contratos de maternidad subrogada puedan establecer, pues diálogo, confianza y transparencia no pueden ser sustituidos por otros elementos que tengan el mismo peso e importancia.

¿Los seropositivos pueden tener hijos sanos?
contacto
ovodonación
gestación por sustitución
Uso de Cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación, y ofrecer contenidos de interés. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies.
Cerrar