Publicado el lunes, 3 de febrero de 2020 por Laura Marchesani
Una de las dudas que muchas agencias se plantean con respecto a los futuros padres intencionales está relacionada con la solvencia de las familias que se encuentran en lista de espera para empezar un camino con una gestante.
Dado que, tanto en Canadá como en Estados Unidos, todos los gastos de la gestante relacionados con el embarazo corren a cargo de los padres de intención y que, además, es imposible saber a priori con exactitud qué sucederá durante la gestación, la idea de llevar a cabo un camino de maternidad subrogada con un presupuesto cerrado es una quimera.
Por estos motivos, las estimaciones de gastos que reciben los padres son siempre aproximadas.
Se trata de una situación que podría acontecer y que todos intentan evitar. Por ello, es necesario realizar estimaciones por exceso antes que por defecto, aunque eso pueda ser desalentador para los futuros padres.
Como es obvio, no reembolsar a la gestante no es una opción para los padres intencionales y no es aceptable que una gestante no reciba los importes reclamados en plazos muy cortos.
Los padres deben de estar preparados para afrontar gastos imprevistos y, si no tienen fondos suficientes a su disposición, han de tener claro cómo actuar para recibir el apoyo económico necesario: por ejemplo, recurriendo a un préstamo de un familiar o a otras soluciones pensadas de antemano.
Cada vez más agencias, incluso en Canadá, solicitan a los padres pruebas de su solvencia económica o les piden que depositen un importe determinado en una cuenta fiduciaria para cubrir todos los gastos que se produzcan hasta el final del embarazo, asegurándose de esa manera que al menos una buena parte de los fondos necesarios están disponibles para cubrir lo que pueda acontecer durante ese periodo.
En otros casos, pueden requerir una copia del extracto de la cuenta bancaria de los padres u otras pruebas que les permitan chequear su capacidad de pago de cara a futuros gastos.
Además de estas pruebas de tipo económico que den fe de la solvencia de los padres para el reembolso de los gastos de la gestante, en ocasiones, las agencias demandan asimismo una copia del certificado de antecedentes penales de los padres.
Todas estas indagaciones les son útiles a las agencias que buscan a las gestantes para entender si las personas que desean ser padres por gestación subrogada son conscientes de los retos de un camino de este tipo y para asegurarse de que los protagonistas no están involucrados en actividades delictivas.
Además, las gestantes se alegran de pensar que colaboran a la felicidad de una familia y que el niño que nacerá gracias a ellas tendrá un futuro en un hogar con personas que lo querrán y lo cuidarán.
Por supuesto, las garantías de buena fe en una gestación por sustitución ética deben de provenir de ambas partes involucradas para, así, reducir al máximo la posibilidad de sorpresas desagradables.
Aunque la confianza mutua es la base indiscutible de un camino de gestación subrogada, quienes asisten a los padres intencionales y a las gestantes a veces se sienten obligados a investigar la solvencia y la buena conducta de estas personas para no tener que resolver, en un momento futuro, problemas que se podían haber evitado.
