Publicado el martes, 30 de enero de 2018 por Laura Marchesani
Después de una fecundación 'in vitro', el médico que sigue el caso siempre indica cuáles son los siguientes pasos, la pauta de medicamentos a tomar y los posibles efectos postransfer. Estas instrucciones son necesarias desde el punto de vista médico para quien acaba de recibir los embriones (ya se trate de la madre, ya de la gestante), así como útiles desde un prisma emotivo pues saber qué hacer, qué se podría sentir, cómo actuar en las situaciones más probables,… ayuda a mantener la calma en una fase en la que la espera puede conllevar cierta ansiedad.
Normalmente, la primera prueba de embarazo en sangre se prescribe para los días duodécimo/decimocuarto después del transfer. A pesar de que se trate de una espera de unos pocos días, muchas mujeres no pueden aguantar ese tiempo y deciden recurrir a los test de embarazo en orina, los conocidos 'sticks' que se encuentran en cualquier farmacia.
Cuando la ansiedad presiona y no se consigue esperar tranquilamente hasta la fecha establecida por el médico para la primera prueba de embarazo en sangre, se pueden adquirir los citados bastoncillos para el test de embarazo en casa, pero teniendo siempre en cuenta que la precisión del resultado depende de varios factores y que los datos que proveen los 'sticks' no son tan exhaustivos como los de un test en sangre.
Todas las pruebas de embarazo que se realizan al día siguiente de la trasferencia de embriones no son fiables, porque se necesitan algunos días para que el embarazo sea detectable.
Cuando la prueba de embarazo en 'stick' da positivo, sabemos que se ha superado el primer paso, que en efecto ha habido implantación, pero no nos ayuda a entender si las cosas están procediendo como deberían.
Por esta razón, el médico siempre solicita la prueba de embarazo en una muestra de sangre y en un momento determinado ya que el resultado, que es un valor numérico, da pistas útiles sobre cómo están yendo las cosas. Para que esto sea posible, también es necesario respetar los tiempos indicados por la clínica de reproducción asistida. En otras palabras, si el ginecólogo indica sacar sangre en una fecha específica y, por cualquier razón, no es posible hacerlo, hay que avisar a la clínica. El cálculo sobre cómo debe de aumentar el valor en sangre de el HCG está estrictamente relacionado con el día en que se extrae la sangre.
Por la misma razón, es decir, para tener información útil sobre cómo está evolucionando el embarazo en la primerísima fase del mismo, cuando una ecografía no daría datos con los que trabajar puede que el equipo del centro de reproducción asistida pida a la paciente que repita la prueba en sangre. De hecho, la relación entre el día postransfer en el que se ha realizado la misma y el crecimiento de los valores obtenidos son parámetros que permiten al ginecólogo entender si la implantación sigue su curso de forma correcta.
Es por ello siempre necesario seguir las indicaciones médicas sobre las pruebas solicitadas, el momento de llevarlas a cabo y los fármacos a tomar.
En este caso también hay momentos específicos para poder realizar los primeros chequeos por ecografía. Si se hace demasiado pronto es probable que no se obtenga información útil.
Así, el ginecólogo pide antes una prueba de embarazo en sangre y, a continuación, una vez que el desarrollo del embrión permite que sea visible, solicitará una ecografía.
Ponerse en manos de un ginecólogo en el que se tenga plena confianza es la fórmula más apropiada para proceder de manera organizada, sin perder tiempo y energía, evitando esfuerzos inútiles. Mantener la calma y escuchar las instrucciones médicas son dos consejos que se deben tener siempre en cuenta.
