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Preservar la fertilidad

Publicado el jueves, 2 de noviembre de 2017 por Laura Marchesani

Hoy en día, muchas mujeres están obligadas a aplazar la maternidad por una serie de razones tanto personales como laborales. De hecho, en el sur de Europa, la edad media con la que se decide tener el primer hijo es elevada con respeto a otros países y a las posibilidades que el cuerpo ofrece a la mujer. El número de óvulos disponibles para ser fecundados es limitado y, desafortunadamente, la cuenta atrás empieza en el momento en que muchas mujeres todavía están buscando la estabilidad económica, laboral o de pareja; aspectos que, a menudo, van unidos cuando se planea formar una familia.

Aplazar la maternidad

La necesidad de postergar la maternidad ha llevado a algunas conocidas compañías a proponer a sus empleadas la congelación de sus óvulos, para dar a estas mujeres un mayor margen de tiempo antes de buscar un hijo. Obviamente, estas políticas de empresa han suscitado reacciones de diferente tipo pero, sin duda, y en situaciones mucho menos conocidas, hay mujeres que desearían poder aplazar la maternidad sin la angustia de ir contra reloj y llegar a la decisión cuando, quizá, ya es demasiado tarde.

La ciencia de la reproducción asistida ofrece la posibilidad de congelar óvulos para fecundarlos en el futuro, cuando el proyecto de familia se haya concretado. Sin duda, esta opción es de gran ayuda y constituye una posibilidad más para muchas mujeres. En cualquier caso, hay aspectos que es mejor conocer antes de afrontar un tratamiento de congelación de los propios óvulos.

Ante todo, es siempre necesario acudir a un médico ginecólogo especializado en reproducción asistida para una valoración de la reserva ovárica y una planificación del tratamiento. Para poder producir una buena cantidad de óvulos es probable que el médico estime conveniente una preparación con estimulación farmacológica, tal y como sucede en una fecundación 'in vitro'.

La primera parte del tratamiento, en realidad, funciona exactamente igual que una FIV, por lo que todos los consejos relativos a esa fase en una fecundación 'in vitro' se pueden adoptar para la congelación de óvulos.

¿La congelación de óvulos es siempre 100% eficaz?

La congelación de óvulos ofrece unas posibilidades sin precedentes. La revolución que este tratamiento ha supuesto para las futuras mamás es innegable por lo que significa. Gracias a este descubrimiento científico es muy probable que, en el futuro, haya mujeres no tan jóvenes que puedan ser madres sin necesidad de recurrir a ovocitos donados, sino con sus propios gametos.

Para muchas personas la paternidad está íntimamente relacionada con el vínculo genético. Por ello, la opción de conservar óvulos para el futuro es, sin duda, una alternativa a valorar.

¿La congelación de óvulos garantiza el éxito? Por desgracia, no. Es evidente que, según pasa el tiempo, la medicina de la reproducción asistida alcanza objetivos cada vez más ambiciosos pero, por el momento, no existe garantía absoluta de que se pueda conseguir un embarazo.

¿Mejor congelar embriones?

Como en toda situación de este tipo la valoración de un especialista es insustituible, pero las circunstancias que empujan a elegir si congelar óvulos o embriones no están relacionadas solamente con las posibilidades de éxito de cada tratamiento sino, asimismo, con las circunstancias personales de las pacientes.

Si bien la congelación de embriones puede dar mejores resultados en términos generales, hay que considerar que para llevarla a cabo se debe saber a priori quién aportará el semen. Una vez se haya decidido que sea o bien el futuro padre o bien un donante, la paternidad genética no se podrá modificar.

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