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¿Un hombre estéril puede tener hijos?

Publicado el miércoles, 23 de agosto de 2017 por Laura Marchesani

En una sociedad en la que la edad de la paternidad se acerca cada vez más a los 40, es normal que se presenten numerosas dificultades para poder concebir y llevar a buen fin un embarazo sin incidencias.

Normalmente, cuando se habla de esterilidad, se subraya la importancia de la edad de la futura madre. De hecho, el número y la calidad de los ovocitos de los que dispone cada mujer no son infinitos y, por desgracia, el reloj biológico de las chicas, en términos generales, marcha más rápido que el de los hombres.

La estadística dice que las mujeres empiezan a experimentar dificultades para quedarse embarazadas a partir de los 35 años, edad en la que, a menudo, se está buscando el primer hijo, por lo que el camino hacia la maternidad puede implicar la necesidad de recurrir a la ciencia de la reproducción asistida.

La infertilidad no es sólo femenina

En algunos casos, la dificultad para conseguir un embarazo no se debe sólo a los óvulos, pues conviene recordar que, además de los ovocitos, también los espermatozoides están involucrados en la creación de los embriones.

Para los hombres, como decíamos, el factor edad no es tan importante, pero chequear la calidad del propio semen en el caso de no conseguir el embarazo es sin duda una buena idea. De hecho, los ginecólogos especializados en reproducción asistida suelen requerirlo de inmediato a los futuros papás, aunque sea únicamente para confirmar que no existen problemas desde ese punto de vista.

¿Qué provoca la esterilidad masculina?

Para entender a fondo de qué problema se trata -y buscar una solución- se debe siempre valorar cada circunstancia con un médico especializado. No obstante, es evidente que existen hábitos de vida que pueden provocar que la calidad del semen empeore.

Aunque se hable mucho de los peligros del tabaco y de todos sus efectos negativos a la hora de buscar un hijo, a veces la dependencia hace que las personas sean poco proclives a dejarlo, optando erróneamente por una simple disminución del número de cigarrillos fumados.

Cuando los resultados del seminograma revelan que el semen no está en buenas condiciones, habrá que seguir a rajatabla las instrucciones del médico para intentar mejorar la fertilidad masculina. Las indicaciones -que no se deben infravalorar- pueden ir, según la situación, desde un cambio en el estilo de vida hasta la variación de la alimentación, pasando por la ingesta de complejos vitamínicos que podrían ayudar en este sentido.

Como es obvio, existen causas que están relacionadas con enfermedades específicas y su tratamiento, como por ejemplo el cáncer y la quimioterapia. En estos casos, previendo una terapia agresiva, existe la posibilidad de congelar una o más muestras de semen para dejar abierta la posibilidad de tener un hijo en el futuro.

Tratamiento para la infertilidad masculina

Como en todas las situaciones que requieren ayuda específica, no sólo no existen recetas universales válidas para todo el mundo, sino que es necesaria la valoración de un médico para buscar una posible solución a la esterilidad masculina. En caso de duda sobre la calidad del semen, hay que dirigirse a un especialista cuanto antes y sin tabúes. Identificado el profesional de confianza con el que uno se siente a gusto, se debería realizar una valoración sin demora ya que para conseguir el embarazo es necesario que las dos partes, futuro padre y futura madre, estén involucradas y dispuestas a hacer lo posible para que el sueño común de tener un hijo se haga realidad.

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